JUSTICIA POÉTICA
Una obra que pretende reflejar la realidad profesional de miles de agentes que forman las fuerzas de seguridad y que arriesgan sus vidas diariamente para interponerse en la fina línea que divide el orden y el caos. Hombres y mujeres que cuyo deber es auxiliar al ciudadano, pero, a los que en muchas ocasiones la ley desampara.
ADAPTACIÓN A LA PANTALLA
La obra se trata de un largometraje adaptado de la novela policiaca (3ª edición) de Samuel Vázquez, “Justicia Poética”. Cimentada en una historia basada en hechos reales que describe a hombres y mujeres del cuerpo nacional de policía destinados en Fuenlabrada, mostrando su visión humana y su juicio personal cuando se implican en su trabajo.
A esta adaptación, le hemos incorporado algunas creaciones artísticas para llegar a todo tipo de público adulto. Una trama muy atractiva que no dejará indiferente al espectador, que compartirá una visión inusualmente verídica del personaje policial en un entorno social realista y con el que muchos de los espectadores sentirán empatía y emoción.
Sinopsis
Un veterano policía mantiene una idílica lucha por la aplicación de un trabajo policial más justo y cercano al ciudadano. Se resiste a aceptar los abusos de poder, corrupción y mala praxis, esta conducta le tacha de insurrecto ante el sistema, un ejemplo a seguir ante sus camaradas y un profesional ante los ciudadanos.
Padre, marido y policía, por ese orden, se enfrenta junto a varios de sus compañeros a los desafíos que les reta las calles de Fuenlabrada.
Policías por vocación, muestran su lado más humano con el ciudadano, un lado desconocido por muchos de ellos, compartiendo la visión más auténtica de su trabajo.
En su día a día, comparten sus experiencias, sentimientos e inquietudes y deben tomar importantes decisiones en situaciones extremas.
Enfrentarse al escurridizo líder de una macroorganización criminal, que haciéndose pasar por un respetado empresario, cuenta con el beneplácito de mandos del cuerpo de policía a cambio de sobornos para continuar con su entramado de actividades ilegales.
Conseguir mediante la ayuda de un inmigrante modélico la detención de un peligroso delincuente que se aprovecha de la pasividad de la ley. Rodeado de lujos a costa de abusar y humillar sin reparos a sus compatriotas.
Compartir los problemas de la ciudadanía, introducirse en su reflejo social, en ocasiones distorsionado, contaminado y negativo. Apartar todo tipo de indeseables de las calles, mientras se lidia con la frustración de saber qué se puede hacer más y mejor, pero que, el sistema no les deja hacerlo porque se basa en números, estadísticas disfuncionales y en normas de apología que protegen a los delincuentes y al status de poder.
Estas son algunas de las situaciones en las que se verán envueltos este grupo de policías de la calle, hombres y mujeres que bajo sus uniformes de color azul cobalto son los primeros en llegar y los últimos en irse, agentes que no siempre ganan, ni que siempre lo hacen bien, y que a veces tienen que ir un poco más allá para lograr una justicia mejor que la legal, la justicia poética, por eso todos ellos conforman una policía para el siglo XXI.